Este blog es un espacio
virtual para comunicar personas, lecturas y proyectos; un hueco en la
biblioteca que acoge a lectores y creadores, bibliotecarios y maestros,
editores y libreros, familias y colegios... y a todos los personajes, escenarios
y emociones que nos acompañan día a día en la lectura.
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Blog hau toki birtuala da pertsonak, irakurketak
eta egitasmoak harremanetan jartzeko; liburutegiko tarte bat non jaso izaten
dira irakurleak eta sortzaileak, liburuzainak eta irakasleak, argitaratzaileak
eta liburu-saltzaileak... baita egunero irakurtzerakoan laguntzen dizkigun
pertsonaia guztiek, lekuek eta emozioek.
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CivicanLib es:
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CivicanLib hau da:
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• Una vía de información,
intercambio y reflexión
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• Informazioa, hartu-emana eta pentsaketako bidea
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• Un álbum de imágenes,
palabras y recuerdos
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• Irudiak, hitzak eta oroitzapenetako albuma
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• Un
altavoz para lectores
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• Irakurleentzako bozgorailua
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• Un trampolín de obras
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• Liburuentzako lorbidea
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• Un
confidente de secretos literarios
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• Literatura-sekretuen lagun mina
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• Un
interrogante que se abre, otro que se cierra
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• Erantzunik gabeko galdera
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• Un
paréntesis que quiere llenar su espacio de voces
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• Parentesi batek bere tartea ahotsez bete nahi
duenak
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Una de las curiosidades sobre Roald Dahl , el protagonista este verano en nuestra biblioteca, es que escribía en una pequeña casita de ladrillo que tenía en el jardín. Había personalizado un pequeño escritorio que situaba sobre los brazos del sillón orejero donde habitualmente se sentaba. Quentin Blake, el ilustrador que trabajó con él durante quince años, comentaba en The Guardian sobre la cabaña: “todo el interior estaba organizado como lugar para la escritura, así que el viejo sillón orejero tenía el respaldo mullido para que fuera más confortable, tenía un saco de dormir que ponía en su regazo cuando tenía frío y un taburete para descansar las piernas”. Leonardo Da Vinci decía que “las pequeñas habitaciones y refugios disciplinan la mente, mientras las grandes la debilitan”. Tal vez por eso, son varios los ejemplos de escritores que se recluían en cabañas en mitad del bosque o en pequeñas casetas instaladas en sus propios jardines para dar rienda suelta a su espíritu crea
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