Nos encontramos ante una película con temática social, propia del cine francés. Una historia cotidiana en los tiempos que corren.
Se estrenó en la sección "Un Certain Regard" del Festival de Cine de Cannes de 2011. Ganó el Premio del público y la Espiga de Plata en el Festival Internacional de Cine de Valladolid. El crítico español Carlos Boyero definió la película como «un análisis tremendo sobre el sentimiento de clase». El periodista francés Bruno Iche, para el diario Libération, la clasifica como «una comedia social teñida de melancolía».
EL GUIÓN / LA HISTORIA
Firma el guión el mismo director Robert Guédiguian y Jean-Louis Milesi, quienes parten de un poema de Víctor Hugo "La gente pobre" para retratar un ideario: la importancia de la solidaridad colectiva y la lucha sindical en un tiempo de crisis económica y moral y en un contexto de desmotivación de la juventud.
Michel, representante sindical, busca la mejor fórmula para evitar el cierre de la empresa. Mediante sorteo, unos pasarán a la prejubilación y otros, al paro.
Él será uno de los elegidos para prejubilarse pero lo hará en buenas condiciones. Seguirá con una vida feliz junto a su mujer, sus hijos y sus nietos… hasta que un acontecimiento provocará un vuelco en su vida y le llevaré a cuestionarse principios clave:
- ¿Quién es la víctima y quién es el verdugo?
- ¿Existe el aburguesamiento? ¿En qué consiste?
Guédiguian retrata de forma veraz los sentimientos, contradicciones y dilemas de gente corriente tras sufrir un suceso que altera su percepción del mundo.
Coincidimos al considerar que se aborda un problema social pero con optimismo y esperanza. No faltan los toques de humor, por ejemplo en las escenas en las que Marie Claire conversa con el camarero del bar.
- Jean-Pierre Darroussin como Michel
- Gérard Meylan como Raoul
- Marilyne Canto como Denise
- Grégoire Leprince-Ringuet como Christophe
Ella, una mujer fuerte, serena, dedicada a su familia. Él, un hombre para quien el trabajo y la lucha política han supuesto el eje de su vida.
También merecen especial mención la cuñada Denise (Maryline Canto), casada con Raoul, un formidable amigo (Gérard Meylan).
Son los 4 protagonistas principales de la película junto a Christophe (Grégoire Leprince-Ringuet).
DIRECCIÓN
Nos encontramos con una dirección sencilla. El director se mantiene en un último plano cediendo todo el protagonismo a los actores y a la historia en si misma. Actitud que le emparienta con el inglés Ken Loach (quien acaba de ser galardonado con su 2ª Palma de Oro en el Festival de Cannes) o con el italiano Gianni Amelio.
Guédiguian plantea la historia de una manera cercana para emocionarnos pero a la vez, con la suficiente distancia para la reflexión.
Destaca la delicadeza del director hacia sus personajes, a quienes hace progresar a través de sus relaciones íntimas. Tanto protagonistas como antagonistas desprenden mucha ternura.
MÚSICA Nos encontramos con una dirección sencilla. El director se mantiene en un último plano cediendo todo el protagonismo a los actores y a la historia en si misma. Actitud que le emparienta con el inglés Ken Loach (quien acaba de ser galardonado con su 2ª Palma de Oro en el Festival de Cannes) o con el italiano Gianni Amelio.
Guédiguian plantea la historia de una manera cercana para emocionarnos pero a la vez, con la suficiente distancia para la reflexión.
Destaca la delicadeza del director hacia sus personajes, a quienes hace progresar a través de sus relaciones íntimas. Tanto protagonistas como antagonistas desprenden mucha ternura.
La música tiene un protagonismo relevante. De hecho, el título de la película hace referencia a un tema del cantante Pascal Danel, que se hizo muy popular en Francia a mediados de los 60.
Estos son los temas que suenan en "Las nieves del Kilimanjaro":
"Many Rivers to Cross", original de Jimmy Cliff, interpretada por Joe Cocker.
"Heart of Glass", de Blondie.
"Kilimandjaro", de Pascal Danel.
"El nuevo Barreto", de Ray Barreto.
"Pavana para una infanta difunta", de Maurice Ravel.
"Marcha nupcial", de Felix Mendelssohn.
CONCLUSIÓN
Un film que retrata un acontecimiento muy actual en una Europa devorada por la recesión económica: una clase trabajadora que creía haber conseguido ciertos derechos pero vuelve a su estatus de eterna perdedora.
Os dejamos un extracto de unas declaraciones de Robert Guédiguian publicadas en "Caimán cuadernos de cine" (nº 4, abril 2012):
"El problema es que nos quieren hacer creer que todos hemos sido responsables de la crisis, como si se tratara de una cuestión de responsabilidad compartida. Lo siento, no somos todos responsables de la crisis de hoy. Tampoco es Dios el responsable, ni se trata de un fenómeno natural e inevitable....En definitiva, todos coincidimos al considerar que esta película aborda un tema de interés con buenas interpretaciones, buena dirección y bonita banda sonora.
Yo no soy más que un pobre individuo que quería irme de vacaciones, quería educar a mis hijos en escuelas públicas y quería ser bien atendido en los hospitales. No soy culpable de nada y no debo recortar mis derechos para salvaguardar los intereses de los que me han llevado a una situación de recesión".
Laura Aizcorbe
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