El pasado 7 junio, nuestros clubes de lectura "Ítaca" y "Café con libros" mantuvieron un especial encuentro con Mikel Alvira, el autor que ha protagonizado el ciclo de lecturas de este último trimestre.
Así, después de analizar sus dos últimas obras, El mar que te debía y La novela de Rebeca, los lectores pudieron conocer de primera mano el proceso de escritura desarrollado e intercambiar puntos de vista con el escritor sobre su trabajo creativo.
El planteamiento de ambos títulos es muy diferente:
El mar que te debía es una novela coral. Narra el viaje en autocaravana de una madre y una hija adolescente a un pueblo costero del sur de Francia. Allí se encuentran con un conjunto de personajes que componen un fascinante microcosmos. Una novela marcada por los recuerdos y las relaciones personales que se cierra con un sorprendente desenlace.
La novela de Rebeca es un ejercicio metaliterario. Un famoso escritor, huraño y bastante neurótico, trata de superar un bloqueo narrativo y componer su primera novela negra cuando una joven enigmática rompe su aislamiento. Mientras, una serie de asesinatos van ordenándose en su mente creativa y conformando el argumento.
Pese a la disparidad de temática y género, en ambas subyace un inconfundible estilo: una prosa, una estructura a modo de puzzle y una intrigante trama cuyo desenlace pilla al lector desprevenido.
Después de analizar cada uno de los libros en las tertulias mensuales de ambos clubes, el encuentro con su autor nos permitió conocer de primera mano algunas claves sobre su creación.
Mikel Alvira reveló que sus obras no responden a los criterios del mercado editorial ni tampoco pretenden aclarar las posibles demandas de un lector potencial, sino que surgen de sus propios interrogantes y es a su propio "yo" a quien busca dar respuesta.
El escritor confesó su pasión por las palabras: no en vano, se considera poeta antes que narrador (un poeta que escribe novelas). Quizás por eso llama la atención la prosa de sus libros. Son muchos los lectores que habían ido anotando en sus cuadernos frases entresacadas de ambas novelas. Y es que como activo participante en las redes sociales (tiene cuenta en facebook, twitter e instagram), cada fragmento de sus obras es una potencial cita, una pequeña sentencia que resuena en la mente del lector y prolonga la vida del texto.
Respecto a sus personajes y escenarios, indicó que no son identificables. Prefiere moverse en el terreno de la ambigüedad, tomar prestadas experiencias y sensaciones y dibujar con ellas una nueva vida en la ficción. Para él lo importante no es que sean reales, sino veraces, que le permitan entrar en juego con el lector y compartir con él ese mundo paralelo.
También nos contó cómo es su proceso de creación, que ha ido evolucionando a lo largo de su obra. Así, si en sus primeros trabajos el desarrollo era lineal, sus últimas novelas han sido compuestas a base de fragmentos, como si fueran puzzles; le gusta que sea el propio lector quien combine esas piezas y trate de darles sentido en un hilo argumental que se va revelando paulatinamente.
La sesión se prolongó durante más de dos horas. Mikel Alvira demostró ser un gran comunicador, un autor generoso, divertido y provocador. Su visita fue sin duda un estupendo broche para este curso de lecturas.
Y después del encuentro, la fiesta. El pasado martes, 14 de junio, 27 lectores de los diferentes clubes de lectura de Civican recibimos el verano con una comida en la cafetería del centro, una estupenda ocasión para abrir la conversación a otros temas más allá de lo literario (aunque los libros siguieron estando muy presentes), para conocer mejor a los lectores de unas y otras tertulias y para valorar, entre risas y delicias, un fructífero año de páginas y conversación.
Villar Arellano y Rebeca Erro
Así, después de analizar sus dos últimas obras, El mar que te debía y La novela de Rebeca, los lectores pudieron conocer de primera mano el proceso de escritura desarrollado e intercambiar puntos de vista con el escritor sobre su trabajo creativo.
El planteamiento de ambos títulos es muy diferente:
El mar que te debía es una novela coral. Narra el viaje en autocaravana de una madre y una hija adolescente a un pueblo costero del sur de Francia. Allí se encuentran con un conjunto de personajes que componen un fascinante microcosmos. Una novela marcada por los recuerdos y las relaciones personales que se cierra con un sorprendente desenlace.
Pese a la disparidad de temática y género, en ambas subyace un inconfundible estilo: una prosa, una estructura a modo de puzzle y una intrigante trama cuyo desenlace pilla al lector desprevenido.
Después de analizar cada uno de los libros en las tertulias mensuales de ambos clubes, el encuentro con su autor nos permitió conocer de primera mano algunas claves sobre su creación.
Mikel Alvira reveló que sus obras no responden a los criterios del mercado editorial ni tampoco pretenden aclarar las posibles demandas de un lector potencial, sino que surgen de sus propios interrogantes y es a su propio "yo" a quien busca dar respuesta.
Respecto a sus personajes y escenarios, indicó que no son identificables. Prefiere moverse en el terreno de la ambigüedad, tomar prestadas experiencias y sensaciones y dibujar con ellas una nueva vida en la ficción. Para él lo importante no es que sean reales, sino veraces, que le permitan entrar en juego con el lector y compartir con él ese mundo paralelo.
También nos contó cómo es su proceso de creación, que ha ido evolucionando a lo largo de su obra. Así, si en sus primeros trabajos el desarrollo era lineal, sus últimas novelas han sido compuestas a base de fragmentos, como si fueran puzzles; le gusta que sea el propio lector quien combine esas piezas y trate de darles sentido en un hilo argumental que se va revelando paulatinamente.
La sesión se prolongó durante más de dos horas. Mikel Alvira demostró ser un gran comunicador, un autor generoso, divertido y provocador. Su visita fue sin duda un estupendo broche para este curso de lecturas.
¡Nos vemos en septiembre!
Villar Arellano y Rebeca Erro
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