El pasado 12 de mayo el club de lectura "Café con libros" cerró su curso de lecturas con una nueva tertulia sobre el exilio. Tras una sesión dedicada al teatro, con la obra Flores arrancadas a la niebla, en esta ocasión habíamos escogido un texto narrativo: En un lugar del Atlántico, de Fatou Diome.
SOBRE LA AUTORA: FATOU DIOME
Fatou Diome nació en 1968 en la isla de Niodior, Senegal. Fue criada por su abuela y allí asistió a la escuela, donde aprendió francés y comenzó a interesarse por la literatura francesa. Se licenció en Literatura Moderna en la Universidad de Marc Bloch de Estrasburgo, donde realizó el doctorado “Viajes, intercambios y formación, en la obra literaria y cinematográfica de Ousmane Sembene”.
En 2001 publicó una colección de historias cortas titulada La Préférence nationale. Su primera novela, publicada en 2003, fue Le ventre de L'Atlantique, En un lugar del Atlántico, que se convirtió en un éxito de ventas en Francia. Se ha traducido al inglés, español y alemán. En 2006 publicó su segunda novela titulada Kétala, en 2008 Inassouvies, nos vies y en 2010, Celles qui attendent, (Las que aguardan, 2011).
Entre 2004 y el 2005 llevó a cabo la redacción y presentación de la emisión cultural mensual en la televisión France 3 “Nuit blanche”. Asimismo, impartió cursos de escritura de guiones cinematográficos en la Universidad Marc Bloch, UFR Arts/Cinéma et Audiovisuel y de literatura francesa del siglo XIX y literatura africana francófona en el Instituto Superior de Pedagogía de Karlsruhe, Alemania.
Francia y África, y la relación entre ambas, constituyen el marco de sus obras de ficción. Su estilo se inspira en el arte tradicional de la narración, tal y como se practica aún en África. Con sus descripciones precisas y auténticas, un humor travieso y un lenguaje mordaz, pero matizado, que la caracterizan, traza un inquietante retrato de las dificultades de los inmigrantes africanos en Francia entremezcladas con recuerdos nostálgicos de su Senegal natal.
SOBRE EL LIBRO:
TÍTULO ORIGINAL: Le ventre del' Atlantique
Primera edición: Éditions Anne carrière, 2003
Primera edición en España: Random House Mondadori, 2004
Traducción: Manuel Serrat Cresp
SINOPSIS:
En cierto lugar del Atlántico vive una pandilla de chiquillos empeñados en jugar al fútbol día y noche para emular el éxito de aquellos paisanos que han triunfado en las canchas europeas y que, al volver a su pequeña isla, cuentan maravillas de lo que han vivido en París y en otras capitales. Ahí el hambre es una palabra que casi no aparece en el diccionario, las mujeres llevan faldas cortas y existe algo tan extraño como el subsidio de paro, un papelito milagroso que permite vivir sin tener que trabajar. Así las cosas, en esa pequeña isla frente a las costas de Dakar un partido es mucho más que un acontecimiento deportivo: centenares de ojos acribillan la pantalla del único televisor de la aldea, y cuando el viejo aparato decide pasar a mejor vida, justo en el momento de la prórroga, los hombres mastican impotencia y rabia.
Para resolver el problema, el joven Madické llama a su hermanastra Salie en Estrasburgo, y será ella quien irá informándole de los resultados finales, describiéndole las jugadas más arriesgadas en el fútbol y en la vida, y contándole la realidad de su experiencia de inmigrada en Francia. Asistimos así a la retrasmisión en directo de un juego bello y extraño, donde triunfa la sensación de no pertenecer ya a nada ni a nadie, un sentimiento que Diome salpica con el talento y la ironía que siempre acompañan a los mejores perdedores.
VALORACIONES:
La tertulia se desarrolló en torno a los siguientes puntos:
Los proyectos migratorios y los sueños asociados con ellos:
La novela muestra cómo millones de personas de los paises africanos (y de muchos otros países en todo el mundo) idealizan la vida occidental y las oportunidades de prosperidad que aquí se pueden encontrar. Es un círculo difícil de resolver, porque las personas que vienen no se ven capaces de reconocer ante los suyos los grandes problemas que encuentran. Muy al contrario, se adorna y engrandece su vida como inmigrante para evitar la vergüenza ante posibles fracasos. De este modo, alimentan la imaginación y los sueños de los que quedan en su lugar de origen, perpetuando unas falsas expectativas que se ven reforzadas por la publicidad que llega desde occidente a través de los medios de comunicación.
El exilio mental y el amor a los que se quedan:
La protagonista del relato tiene una especial relación con su hermanastro, un cariño que establece una conexión África-Europa, lo que permite mostrar su historia desde el punto de vista de esta relación y evidenciar el carácter dual de su vida. La protagonista muestra un permanente sentimiento de exilio, de desarraigo, evocando vivencias de su pasado y de los periodos en los que regresa para ver a los suyos.
El estilo literario y el humor tono amable e irónico de la escritura:
La dureza de la historia de la protagonista y de sus sentimientos se suavizan gracias a un estilo fresco, cargado de ironía. La novela deja una agradable sensación de cercanía, resulta amable, agradable de leer. La peculiar escritura de Fatou Diome está en el fondo de esta conexión con el lector. La autora senegalesa envuelve el relato con un cuidado estilo literario, rebosante de metáforas y, al tiempo que cuenta los hechos, transmite al lector la mentalidad de su pueblo, sus creencias y tradiciones.
La relación del emigrante con los suyos:
Un elemento que llamó la atención de los lectores es la presión de la comunidad, de los habitantes de Niodior, con los emigrantes que viven en Europa. Sin ayudas públicas para la jubilación, los hijos se ven en la obligación de ayudar a las familias y devolver a sus padres los cuidados que éstos les dieron en su infancia. Ese contexto es importante para entender por qué hay tanta presión hacia los emigrantes y cómo se espera la llegada de su ayuda económica. El que se ha marchado lo sabe y siente la enorme responsabilidad que eso implica, tal y como puede verse en varias de las historias que se entrelazan en el relato.
El fútbol, motivo cultural universal y símbolo de la globalización:
Otro de los aciertos de la novela es el situar en el centro del tejido narrativo un elemento cercano, fácil y comprensible para los lectores como es el fútbol. Este deporte, que sólo requiere un balón, habilidad y horas de entrenamiento, tiene una creciente popularidad en muchos paises africanos y simboliza ese deseo de triunfar, de llegar a lo más alto partiendo desde la nada. Los grandes futbolistas africanos que compiten en equipos europeos son los nuevos héroes de una juventud que mira con admiración a occidente. El fútbol es un ingrediente socializador, que aglutina a los personajes más jóvenes en largos partidos en la playa y, junto a sus mayores, frente al televisor. También está en el hilo telefónico de las conferencias entre los hermanos y, de un modo mucho más dramático, en la triste historia de Moussa, el fracaso del fichaje estrella en un equipo francés, arrojado como un juguete roto y abandonado a su suerte. Como tantas veces en nuestra sociedad, todo es fútbol: ocio, sueño, aventura, negocios, injusticia, relaciones personales...
El regreso a casa: el doble exilio
A lo largo de la novela vemos los regresos ocasionales de Salie y su doble vida en ambos continentes: su austera dedicación al trabajo y al ahorro en Francia y su vida de apariencias e incomprensión en Senegal. La protagonista se siente extraña, en casa y fuera de ella. No pertenece a ninguno de esos dos mundos. Esto es una constante en su vida, ya que fue rechazada desde niña y la educación que recibió y que despertó su conciencia también le hizo ser una inadaptada, incapaz de asumir el destino que las tradiciones le tenían reservado.
En líneas generales, se comentó la profundidad de la novela, la complejidad de los temas que aborda a pesar de su aparente liviandad. Así, además de los puntos señalados, En un lugar del Atlántico nos dio pie para hablar de la pobreza que se esconde bajo la imagen de opulencia que proyecta el mundo occidental, de las grandes desigualdades de género, las injustas brechas que deben salvar las mujeres en pleno siglo XXI para salir adelante y del racismo que sigue estando demasiado presente en nuestra sociedad.
Un libro más que recomendable que dio lugar a una larga y profunda conversación sobre la vida, el exilio y sus circunstancias.
Para profundizar más en el tema, sugerimos a los lectores la lectura de esta interesante crónica de otro club de lectura, el del Centro de Documentación María Zambrano: "Atravesar continentes con la palabra"
Y después de esta sesión, emplazamos a nuestros lectores al mes de octubre, a nuevas sesiones de nuestro club de lectura en las que continuaremos comentando obras de diferente género sobre los temas que más nos interesan.
Os deseamos un feliz verano y muchos ratos de placer lector.
(Villar Arellano)
SOBRE LA AUTORA: FATOU DIOME
Fatou Diome nació en 1968 en la isla de Niodior, Senegal. Fue criada por su abuela y allí asistió a la escuela, donde aprendió francés y comenzó a interesarse por la literatura francesa. Se licenció en Literatura Moderna en la Universidad de Marc Bloch de Estrasburgo, donde realizó el doctorado “Viajes, intercambios y formación, en la obra literaria y cinematográfica de Ousmane Sembene”.
En 2001 publicó una colección de historias cortas titulada La Préférence nationale. Su primera novela, publicada en 2003, fue Le ventre de L'Atlantique, En un lugar del Atlántico, que se convirtió en un éxito de ventas en Francia. Se ha traducido al inglés, español y alemán. En 2006 publicó su segunda novela titulada Kétala, en 2008 Inassouvies, nos vies y en 2010, Celles qui attendent, (Las que aguardan, 2011).
Entre 2004 y el 2005 llevó a cabo la redacción y presentación de la emisión cultural mensual en la televisión France 3 “Nuit blanche”. Asimismo, impartió cursos de escritura de guiones cinematográficos en la Universidad Marc Bloch, UFR Arts/Cinéma et Audiovisuel y de literatura francesa del siglo XIX y literatura africana francófona en el Instituto Superior de Pedagogía de Karlsruhe, Alemania.
Francia y África, y la relación entre ambas, constituyen el marco de sus obras de ficción. Su estilo se inspira en el arte tradicional de la narración, tal y como se practica aún en África. Con sus descripciones precisas y auténticas, un humor travieso y un lenguaje mordaz, pero matizado, que la caracterizan, traza un inquietante retrato de las dificultades de los inmigrantes africanos en Francia entremezcladas con recuerdos nostálgicos de su Senegal natal.
SOBRE EL LIBRO:
TÍTULO ORIGINAL: Le ventre del' Atlantique
Primera edición: Éditions Anne carrière, 2003
Primera edición en España: Random House Mondadori, 2004
Traducción: Manuel Serrat Cresp
SINOPSIS:
En cierto lugar del Atlántico vive una pandilla de chiquillos empeñados en jugar al fútbol día y noche para emular el éxito de aquellos paisanos que han triunfado en las canchas europeas y que, al volver a su pequeña isla, cuentan maravillas de lo que han vivido en París y en otras capitales. Ahí el hambre es una palabra que casi no aparece en el diccionario, las mujeres llevan faldas cortas y existe algo tan extraño como el subsidio de paro, un papelito milagroso que permite vivir sin tener que trabajar. Así las cosas, en esa pequeña isla frente a las costas de Dakar un partido es mucho más que un acontecimiento deportivo: centenares de ojos acribillan la pantalla del único televisor de la aldea, y cuando el viejo aparato decide pasar a mejor vida, justo en el momento de la prórroga, los hombres mastican impotencia y rabia.
Para resolver el problema, el joven Madické llama a su hermanastra Salie en Estrasburgo, y será ella quien irá informándole de los resultados finales, describiéndole las jugadas más arriesgadas en el fútbol y en la vida, y contándole la realidad de su experiencia de inmigrada en Francia. Asistimos así a la retrasmisión en directo de un juego bello y extraño, donde triunfa la sensación de no pertenecer ya a nada ni a nadie, un sentimiento que Diome salpica con el talento y la ironía que siempre acompañan a los mejores perdedores.
VALORACIONES:
La tertulia se desarrolló en torno a los siguientes puntos:
Los proyectos migratorios y los sueños asociados con ellos:
La novela muestra cómo millones de personas de los paises africanos (y de muchos otros países en todo el mundo) idealizan la vida occidental y las oportunidades de prosperidad que aquí se pueden encontrar. Es un círculo difícil de resolver, porque las personas que vienen no se ven capaces de reconocer ante los suyos los grandes problemas que encuentran. Muy al contrario, se adorna y engrandece su vida como inmigrante para evitar la vergüenza ante posibles fracasos. De este modo, alimentan la imaginación y los sueños de los que quedan en su lugar de origen, perpetuando unas falsas expectativas que se ven reforzadas por la publicidad que llega desde occidente a través de los medios de comunicación.
El exilio mental y el amor a los que se quedan:
La protagonista del relato tiene una especial relación con su hermanastro, un cariño que establece una conexión África-Europa, lo que permite mostrar su historia desde el punto de vista de esta relación y evidenciar el carácter dual de su vida. La protagonista muestra un permanente sentimiento de exilio, de desarraigo, evocando vivencias de su pasado y de los periodos en los que regresa para ver a los suyos.
El estilo literario y el humor tono amable e irónico de la escritura:
La dureza de la historia de la protagonista y de sus sentimientos se suavizan gracias a un estilo fresco, cargado de ironía. La novela deja una agradable sensación de cercanía, resulta amable, agradable de leer. La peculiar escritura de Fatou Diome está en el fondo de esta conexión con el lector. La autora senegalesa envuelve el relato con un cuidado estilo literario, rebosante de metáforas y, al tiempo que cuenta los hechos, transmite al lector la mentalidad de su pueblo, sus creencias y tradiciones.
La relación del emigrante con los suyos:
Un elemento que llamó la atención de los lectores es la presión de la comunidad, de los habitantes de Niodior, con los emigrantes que viven en Europa. Sin ayudas públicas para la jubilación, los hijos se ven en la obligación de ayudar a las familias y devolver a sus padres los cuidados que éstos les dieron en su infancia. Ese contexto es importante para entender por qué hay tanta presión hacia los emigrantes y cómo se espera la llegada de su ayuda económica. El que se ha marchado lo sabe y siente la enorme responsabilidad que eso implica, tal y como puede verse en varias de las historias que se entrelazan en el relato.
El fútbol, motivo cultural universal y símbolo de la globalización:
Otro de los aciertos de la novela es el situar en el centro del tejido narrativo un elemento cercano, fácil y comprensible para los lectores como es el fútbol. Este deporte, que sólo requiere un balón, habilidad y horas de entrenamiento, tiene una creciente popularidad en muchos paises africanos y simboliza ese deseo de triunfar, de llegar a lo más alto partiendo desde la nada. Los grandes futbolistas africanos que compiten en equipos europeos son los nuevos héroes de una juventud que mira con admiración a occidente. El fútbol es un ingrediente socializador, que aglutina a los personajes más jóvenes en largos partidos en la playa y, junto a sus mayores, frente al televisor. También está en el hilo telefónico de las conferencias entre los hermanos y, de un modo mucho más dramático, en la triste historia de Moussa, el fracaso del fichaje estrella en un equipo francés, arrojado como un juguete roto y abandonado a su suerte. Como tantas veces en nuestra sociedad, todo es fútbol: ocio, sueño, aventura, negocios, injusticia, relaciones personales...
El regreso a casa: el doble exilio
A lo largo de la novela vemos los regresos ocasionales de Salie y su doble vida en ambos continentes: su austera dedicación al trabajo y al ahorro en Francia y su vida de apariencias e incomprensión en Senegal. La protagonista se siente extraña, en casa y fuera de ella. No pertenece a ninguno de esos dos mundos. Esto es una constante en su vida, ya que fue rechazada desde niña y la educación que recibió y que despertó su conciencia también le hizo ser una inadaptada, incapaz de asumir el destino que las tradiciones le tenían reservado.
En líneas generales, se comentó la profundidad de la novela, la complejidad de los temas que aborda a pesar de su aparente liviandad. Así, además de los puntos señalados, En un lugar del Atlántico nos dio pie para hablar de la pobreza que se esconde bajo la imagen de opulencia que proyecta el mundo occidental, de las grandes desigualdades de género, las injustas brechas que deben salvar las mujeres en pleno siglo XXI para salir adelante y del racismo que sigue estando demasiado presente en nuestra sociedad.
Un libro más que recomendable que dio lugar a una larga y profunda conversación sobre la vida, el exilio y sus circunstancias.
Para profundizar más en el tema, sugerimos a los lectores la lectura de esta interesante crónica de otro club de lectura, el del Centro de Documentación María Zambrano: "Atravesar continentes con la palabra"
Y después de esta sesión, emplazamos a nuestros lectores al mes de octubre, a nuevas sesiones de nuestro club de lectura en las que continuaremos comentando obras de diferente género sobre los temas que más nos interesan.
Os deseamos un feliz verano y muchos ratos de placer lector.
(Villar Arellano)
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